Aunque me gusta andar descalza, mi obsesión siempre será los zapatos. No importa el diseño, el color o el estilo, entre más feos y rechazados por la sociedad mas los quiero. Este homenaje, aunque un poco reducido, pretende documentar que para todos los gustos y estilos existen los zapatos.
Quizás no sean los más raros o los jamás vistos, pero son de alguna forma el reflejo de quien los lleva puestos.